El lugar tradicional donde comenzamos a subir este puerto por su única vertiente es  la carretera de Caravaca, en el centro del pueblo de Moratalla. Punto de partida de la para nosotros mítica Marcha Cicloturista "Sierras de Moratalla". Esta carretera es la que atraviesa el pueblo conforme entras de la autovía.

Giraremos a la izquierda al final de la calle para dirigirnos hacia el Pabellón "Julio Cardozo" mientras la carretera sigue tirando hacia arriba, eso si, de manera tendida. Tras dejar el pabellón a la derecha, vamos saliendo del pueblo y afrontamos una primera curva de herradura a izquierdas que nos mete ya propiamente en el puerto que de manera regular, bella y con porcentajes llevaderos, nos llevará hasta la cima.

El asfalto es excelente en su primeros kilómetros pero llegando la mitad de la subida tenemos un tramo que "se pega más al lomo", como solemos decir habitualmente en el Club Ciclista Carrascoy, mientras seguimos discurriendo en zigzagueos de la carretera que hacen más que entretenida la subida y muy divertida la bajada a la vuelta, en particular encaminándose a finalizar la marcha otra vez en el pueblo de Moratalla.

Iremos dejando siempre el monte a nuestra derecha, mientras subimos rodeados de frondosos pinares y unas vistas muy bellas a nuestra izquierda de la Sierra del Buitre. El asfalto empeora notablemente en la parte final del mismo, y pronto empezamos a divisar la cima, en la cual y desde el mes de mayo de 2009, se encuentra nuestro cartel.

Recuerdo ya hace más de tres años cuando entré en el foro de Altimetrías.com... desde el principio fui conectando con algún que otro personaje curioso… entre ellos y por su pasión hacia la bicicleta y por su más que activa defensa de todo lo que suponía naturaleza, no me costó entablar una relación especial con Peritoribio… todo lleno de corazón.

Poco después conseguí tomarme un café con él… y no fue hasta la ultima edición de la Marcha de Moratalla (23 de mayo de 2009), quizás casi tres años después, cuando conseguimos pedalear juntos por primera vez, posiblemente el mejor momento para que yo le sacara todo el “jugo” a mi amigo Peri en casi seguro sus “kilómetros” de carretera más queridos.

El cartel está lleno de sentimientos…. Muy personales…. Quizás demasiado…. Buen rollo, amistad, bellos parajes y recuerdos, muchos recuerdos, unido por otro lado a sentirme casi uno más del C.C. Carrascoy, que me llena de satisfacción, orgullo y bastantes risas allá por su foro. El cariño y el apoyo con el que fue recibida la idea, el cartel y a mi, hizo de ese día algo muy especial en los días de Ciclismo de Madera y Viento junto a Peritoribio, Juanre, Fran, Ismael, Jesús de C.C. Moratalla y Fabio.  

Nunca olvidaré una conversación viendo el cartel de espaldas…… muchas horas encima de la bici….. ¿Lloras? Si…… pero…. ¿lloras de bueno o lloras de “chungo”?…… no, no….. Lloro de bueno.

Va por ustedes….. C.C. Carrascoy…… va por ti Peri….. va por….

Moratalla 2009.

La subida a Los Álamos se me esta empalagando más de lo que pensaba. Voy metido en un grupo que me lleva pasado de vueltas. Conforme voy llegando al Alto, veo a lo lejos a un grupo de espectadores a derecha e izquierda de la carretera que están animando al paso de los corredores. Faltan 500 mt., 250, 100, 50 mt......., y por fin corono.

No me da tiempo a fijarme en la gente, pues mi mirada se abre paso entre ella buscando el cartel. ¡Ahí está! En esos instantes, en mi pensamiento están las imágenes del día anterior, de estar allí junto a Buru, Peri, y los demás amigos del Carrascoy poniendo el cartel. Ese cartel no es solo un trozo de madera. Ese trozo de madera es una unión de amistad, de esfuerzo y de pasión por la montaña y por la bicicleta.   

Moratalla 2009.

Uno de los momentos mas épicos y mas especiales, sino el que mas, que he vivido encima de la bici.

Nunca pensé que un inanimado trozo de madera pudiera despertar tantos sentimientos, pudiera evocar tanta emoción una mezcla del esfuerzo sobre una bici, el cariño y la admiración  por un amigo y el recuerdo emocionado a una madre que se fue.

Eso es para mí ese inanimado trozo de madera.

Porque no se explica como un trozo de madera te puede dar para acabar una marcha como Moratalla. No se explica cómo cuando se te ha terminado la gasolina mucho antes de llegar a las faldas de Benizar, un grupo de buenos amigos acompañándote y el constante recuerdo en la mente de ese cartel, te hace apretar los dientes y sacar las fuerzas del alma y del corazón.

Nunca olvidaré lo que me empujó para poder cumplir mi propósito. Y nunca olvidaré el ultimo kilometro cuesta arriba de la marcha camino del cartel junto a mis amigos. Cuántas emociones desatadas,... y todo por ese “inanimado” trozo de madera.